Apenas apunta el amanecer
y ya estamos entre aguacates
girasoles y paredes de madera
que sostienen libros y revistas
apenas oigo el pajaro
y ya estoy de regreso
y dan las cinco
o las ocho que se yo
y llega la noche
y veo la luna
y la toco con mis dedos
y ya no me muerde como antes
ultimamente la luna
se comporta como un diosa
1 comentario:
Qué suerte ser de Yaracuy... buenos poetas y narradores. Felicito a la RED por esta iniciativa.
Un abrazo hermanos.
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