18/11/08

Radamés Laerte Giménez

Este es uno de los últimos cuentos publicados por mi en ficticia:
Siempre se deslizaba cabizbajo y en paso lento por la estrecha y resonante vereda de mi vecindario. Sabíamos por qué su vestir y su andar eran diferentes al resto de los muchachos. El pantalón –siempre el mismo pantalón- era el único bien que le quedó de su hermano el mayor, el que se alejó y nunca más dejó seña ni rastro. El pantalón era como un saco amarrado más arriba de la panza, era un envoltorio mal atado con una tristeza que le colgaba en jirones.

Por obediencia debíamos huir de él, para estar a salvo de las condenas del otro mundo, del reino de lo maligno donde se ahogaban las almas miserables. El altar con velones coloridos de la abuela era el oráculo de los bienes y los males. Desprecio y desdén le prodigaron siempre mis mayores; curiosidad y lástima sentíamos nosotros. Pero no nos acercamos. Hasta el día del fin de los sueños.

Frente a frente en un descuido, en una de las callejas al regreso de un mandado. Le miré con todo el asombro y temor de tenerle cerca. Nos miró con la curiosidad de quien alguna vez nos vio desde la distancia. Fue menos que un instante, y se alejó en una rara altivez de pantalones enormes, zapatos sin suelas y condescendencia con el mundo. Desperté de las ilusiones. Descubrí que en lo oscuro y en lo claro somos los mismos… en la pobreza y la ostentación, en lo alto y en lo bajo, en el altar y en el delito, en lo bueno y en lo malo. Apagué los velones del altar y hoy perdono a la abuela.


Radames Laerte Gimenez

naci sin anuncio en una casa de paredes de adobe, en Nirgua, hace ya 42 años. me hice humano mientras era maestro en Farriar. viví la bohemia con los pocos videntes que le quedaban a la noche. la rebeldía me sigue de compañera. hablé con el mundo desde una radio comunitaria y desde las páginas de periódicos y revistas. ya por ahi se regaron los diez ejemplares de Itinerario de Humas, las plaquettes Piedra y Sometido. a punto que estrenen mundo En la aldea de las dudas, Ritos cotidianos y Cuentos de mala gana.

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